sábado, 22 de abril de 2017

La alimentación del perro de edad avanzada: las 3 claves


La alimentación del perro de edad avanzada: las 3 claves
El envejecimiento de nuestros perros es un proceso natural, en el que la aparición de los primeros signos de la edad puede variar en función de su tamaño –los de menor envergadura suelen tener una mayor esperanza de vida– o de su modo de vida. Se suele considerar que a partir de los siete u ocho años el perro comienza a entrar en una primera etapa de madurez en la que tendremos que tener en cuenta sus nuevas necesidades, tanto nutricionales como de hábitos saludables para asegurarnos de que disfruta de una óptima calidad de vida.
1. Los primeros signos de cambio y el aporte de antioxidantesCon la madurez, el perro entra en una fase muy importante de su vida, en la que es más vulnerable y precisará algunos cuidados específicos. Algunos de los signos externos de que nuestro perro se va haciendo mayor son evidentes: la aparición de los primeros pelos blancos alrededor del hocico y de los ojos; ligeros y progresivos cambios en su conducta habitual como alteración de las fases de sueño, cambios en el comportamiento o mayor sensibilidad al frío, y apreciaremos algunos detalles reveladores de un menor rendimiento cognitivo, ya que, al igual que nos ocurre a nosotros, su cerebro y su sistema nervioso nota los efectos del envejecimiento.
Una alimentación especialmente adaptada a esta etapa de su vida debe aportar nutrientes de alto poder antioxidante (como las vitaminas C y E) para combatir los radicales libres y ayudar a mantener la función cognitiva del perro y ácidos grasos omega3 (DHA), un nutriente que ayuda a retardar el deterioro cerebral en el perro.
2. Ayudarle a mantener su peso ideal: el sobrepeso es muy perjudicial.Los perros senior hacen menos ejercicio que cuando eran jóvenes, y esta reducción significativa de la actividad física junto a la disminución de la tasa metabólica suelen provocar que el sobrepeso y la obesidad sean muy comunes en los perros mayores. Este factor de riesgo importante para su salud, ya que puede agravar otras patologías propias del envejecimiento. Su alimento en esta etapa debe proporcionarle un contenido calórico adaptado (bajo), un aporte de fibras y L-carnitina para estimular el metabolismo de las grasas. También es importante que nuestro perro siga haciendo algo de ejercicio, adecuado a su capacidad, para mantener un buen tono muscular y una correcta salud articular.
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3. Posible pérdida de apetito: estimularles a alimentarse bien.Con frecuencia los perros mayores tienden a perder el apetito o a no comer como lo hacían antes. Hay que ser paciente ante estos cambios en su rutina alimentaria y estimularle a seguir nutriéndose correctamente. Es muy importante que su alimento sea muy palatable (que le apetezca comerlo) y altamente digestible, ya que con la edad también pueden aparecer mayores dificultades para hacer una buena digestión.
Si es necesario, podemos ofrecerles su ración diaria repartida en un mayor número de tomas pero en pequeñas cantidades cada una de ellas, para que le resulte más fácil.
Debemos ser conscientes que, ahora más que nunca, nuestro perro necesita cuidados y atenciones extra para tener una feliz y saludable vejez a nuestro lado.
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miércoles, 12 de abril de 2017

La cáscara de huevo como aporte de calcio para perros


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Algunos propietarios añaden a la dieta de sus perros, o los alimentan habitualmente con huevo crudo, incluso con cáscara, porque creen que son una excelente fuente de calcio. ¿Es cierto esto? ¿O es un mito más acerca de la nutrición canina?

Pocos alimentos son tan nutritivos como los huevos, gracias a su combinación de proteínas de alto valor biológico y grasas de alta calidad, junto con una amplia variedad de vitaminas y minerales. Además, los huevos son baratos y fáciles de conseguir. Las claras de huevo se digieren mejor cuando se cocinan y las yemas retienen más su valor nutricional si se consumen crudas.

Como hemos apuntado, es cierto que los huevos son una excelente fuente de proteína, pero si alimentamos a nuestro perro con un pienso de alta gama bien equilibrado, que incorpore proteínas que sean de una buena calidad y biodisponibilidad, no necesita ningún aporte a mayores del que su dieta le suministra.
Si suministramos la cáscara en la dieta, pensando que es un buen aporte de calcio y beneficioso para nuestro perro, nos equivocamos una vez más. Un aporte suplementario de calcio es perjudicial, como ya explicamos en una anterior entrada. El exceso de calcio durante el crecimiento puede favorecer la aparición de trastornos esqueléticos como un menor crecimiento, articulaciones engrosadas, malos aplomos, osteocondrosis, etc.

El nivel de calcio se regula en base a su concentración en el plasma sanguíneo. Si se suplementa con este mineral, y se alcanzan niveles altos, en respuesta se segrega una hormona, la calcitonina, con el fin de normalizar esta concentración. Su acción retarda la maduración del cartílago en crecimiento y disminuye la resorción ósea. Ello provoca un engrosamiento óseo paulatino y se pueden producir desprendimientos del cartílago inmaduro en parte de las articulaciones, sobre todo en razas grandes. Esto impide un correcto desarrollo musculoesquelético y predispone a la aparición de patologías osteoarticulares.

Además, las dietas con cantidades elevadas de calcio pueden provocar una disminución de la absorción de zinc y cadmio, llevando a una bajada del apetito, pelo sin brillo y áspero, problemas oculares y epidérmicos.

Pero, además , debemos saber que los huevos crudos contienen una enzima llamada avidina. Esta enzima disminuye la absorción de la biotina o vitamina B7, y puede provocar problemas en piel y pelo. Por último, en períodos de calor podemos correr riesgos de seguridad alimentaria, ya que puede ser un caldo de cultivo de bacterias que podrían causar problemas gastrointestinales como diarrea y vómitos, fiebre, deshidratación e incluso problemas reproductivos como abortos espontáneos. En el huevo entero deshidratado, que se introduce en los piensos como ingrediente, este riesgo no existe ya que durante la fabricación se produce un tratamiento térmico que elimina cualquier microorganismo.

Una dieta equilibrada y adaptada a la etapa vital de nuestro perro y a sus necesidades no tiene por qué ser suplementada, pues nutricionalmente es completa para él. En nuestro afán por mejorar lo que ya está formulado específicamente para él, no pongamos en riesgo su salud.