jueves, 8 de diciembre de 2016

5 trucos de socialización para tu cachorro


5 trucos de socialización para tu cachorro
La socialización es el proceso de educación mediante el cual tu cachorro aprende a relacionarse adecuadamente con sus congéneres y con otros animales, con las personas (adultos y niños), a familiarizarse e ignorar ignorar estímulos tales como el ruido del tráfico y el bullicio de la calle si vive en la ciudad, y que para él no representen ningún motivo de tensión o alarma.
¿Por qué es tan importante?Es indispensable para una correcta educación del cachorro y que, de esa manera se convierta en un perro adulto equilibrado, seguro y sociable, perfectamente integrado en su familia, aceptado en su entorno y con el que puedes viajar y llevar siempre contigo sin temor a que desarrolle comportamientos o conductas agresivas o miedosas.
Hay que diferenciar entre la socialización del cachorro, que es un proceso cotidiano que el propietario realiza con un perro que conoce perfectamente y al que ayuda a socializarse, y la socialización del perro adulto que no se ha socializado en la edad temprana y que quizá tenga arraigados comportamientos que son más difíciles de modificar; en estos casos la paciencia y la constancia son las mejores herramientas, y solicitar asesoramiento a un profesional puede mejorar mucho el proceso, para el propio bienestar del perro.
5 trucos de socialización para tu cachorro
1. Situaciones nuevas: sin prisa pero sin pausaEs importante que el cachorro conozca nuevas situaciones, ambientes y experiencias de forma gradual, sin provocarle estrés: no hay que llevarle continuamente a la puerta del colegio cuando los estudiantes salen, ni a una estación, ni al centro comercial, ni estar todo el día escuchando el ruido del camión de la basura.
Se puede empezar con los gestos más cotidianos como recibir visitas de amigos que vengan solos y también que traigan perros de total confianza; entrar en un ascensor con él y dejar que las personas le acaricien o que permanezca tranquilo en su presencia y no se asuste con el abrir y cerrar de las puertas, por ejemplo. La socialización del cachorro puede ser tan amplia y completa como la diversidad de ambientes y la cantidad de situaciones diversas que le permitamos conocer y asimilar.
2. Relacionarse con otros perrosEl cachorro deberá estar ya vacunado antes de conocer a otros congéneres. En sus primeras salidas a la calle es importante que le permitamos relacionarse con perros de los que estamos totalmente seguros y que le van a tratar correctamente (sin agresividad) ya que estas primeras experiencias son decisivas para el cachorrito. Si en el parque juegan ya otros cachorros este será nuestro primer objetivo, ya que entre los pequeños no debe haber ningún problema. Siempre estaremos atentos a estas relaciones, podemos consentir que se olfateen tranquilamente para tomar contacto y que jueguen, todo con el cachorro controlado con su correa o en un lugar seguro y del que no pueda huir y tener un accidente.
Conforme el cachorro va adquiriendo confianza en sí mismo y progresa en sus relaciones con otros perros, es conveniente que vayamos variando la ruta de paseos y visitemos otros parques y lugares de encuentro de perros, para que tenga diferentes y agradables experiencias.
3. Diferentes ámbitosSi el perro vive en la ciudad es beneficioso que le llevemos al campo o la playa, por ejemplo, para que conozca otros paisajes, medios y sonidos, así va asimilando que no debe temer a cosas tan simples como el ruido de las olas, la arena o los pájaros, por ejemplo.
4. Objetos cotidianos, conocerlos para poder ignorarlosExisten objetos y útiles que para nosotros resultan carentes de todo interés pero que pueden resultar irresistibles para el cachorro, provocándole el deseo de atraparlos o bien temor: las bolsas, los carritos de bebé o de la compra, los patinetes y las bicis, los paraguas, la aspiradora, las maletas con ruedas, los bastones, el secador de pelo, etc., hay que írselos “presentando”gradualmente, sin concederles ninguna importancia, permitiendo que los huela, que se coloque próximo a ellos y los identifique con tranquilidad, hasta que su presencia sea tan poco atractiva e inocua que los ignore y no le infundan miedo
Si le animamos a que persiga bicis o se lance a por un carrito de la compra y ese comportamiento nos parece “gracioso” o poco importante en ese momento, es muy probable que lo repita durante toda su vida, y eso sí que se transformará en un gran problema.
5. Si nosotros nos sentimos seguros, él tambiénPor último, pero quizá lo más importante es nuestra actitud a la hora de ir ayudando a nuestro cachorro. Si él percibe serenidad y coherencia en nuestro comportamiento y gestos cada vez que compartimos nuevas situaciones se sentirá seguro, confiará en nosotros. Los perros aprenden más rápidamente de lo que creemos y de todo lo que descubren en estos primeros meses de vida depende su comportamiento de adultos. Afecto, constancia y un poco de imaginación son imprescindibles en esta etapa de máxima implicación del propietario en una de las etapas más hermosas y decisivas en la vida de su perro.

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